Mi confrontación con la docencia

Soy Geógrafo de profesión y a lo largo de mi trayectoria profesional me he dedicado a la gestión y manejo de los recursos naturales tanto en el sector gubernamental como  privado y en organizaciones no gubernamentales (ONG), en varios estados de la Republica Mexicana.

Hace 19 años aproximadamente me introduje en el sector educativo privado, por invitación de un grupo de empresarios ligados al trabajo de consultoría y apertura de nuevas áreas educativas a nivel profesional entre las que se encontraba la Arquitectura del Paisaje –urbanismo y la gestión ambiental que tuvo como fin formar personas especializadas en diseñar y proyectar espacios urbanos sostenibles con el medio ambiente. Para mí represento una excelente oportunidad de abordar temas ecológicos para personas con un perfil diferente y hasta opuesto a estos temas, cuyo objetivo era que visualizaran un espacio como algo interconectado entre la naturaleza y la sociedad y reconocieran la importancia de la gestión sostenible en los diseños urbanos y en proyectos de obras aisladas.

En el marco temporal de una crisis laboral tuve la oportunidad de ingresar al Colegio de Bachilleres como profesor de Geografía lo cual represento un cambio importante que me marco, ya que trabajar con adolescentes fue muy distinto a trabajar con profesionales en donde la tolerancia, la comprensión, dinámica y la construcción de andamios es fundamental para el desarrollo personal y colectivo de los muchachos.

Entendí que aparte de dominar la asignatura era indispensable poseer conocimientos, habilidades y destrezas psicopedagógicas que me ayudaran al entender procesos, circunstancias, problemas etc. para utilizar estrategias de control, manejo y resolución de problemas tanto de disciplina como de aprendizaje.

Personalmente  ha sido muy satisfactorio el trabajo con jóvenes ya que  la escuela desparrama una energía fascinante llena de creatividad, colaboración y organización entre ellos. Al mismo tiempo el saber o encontrarme con ex-alumnos  que han culminado carreras y que ahora son profesionistas, me llena de orgullo.

Sin embargo la situación económica y el estilo de vida han provocado problemas familiares que han incentivado la violencia y drogadicción entre otros, lo que ha vuelto más vulnerable no sólo a los jóvenes, si no, también a los espacios educativos aunado a una infraestructura insuficiente, condiciones sanitarias deplorables que merman el proceso educativo complicando la gestión escolar.

Por otra parte mi ingreso como alumno a la especialidad en competencias docentes de la Universidad Pedagógica Nacional, a significado hasta ahora, una oportunidad en el perfeccionamiento de un modelo educativo basado en competencias, traducido en el desarrollo de capacidades, habilidades y destrezas con la finalidad de obtener logros de desempeño académico por parte de mis estudiantes.

Aunque el modelo retoma varios conceptos y filosofías de diversas escuelas de pensamiento pedagógico, ha podido integrar y cohesionar una propuesta viable en la medida que el proceso de gestión escolar y administrativo sea compatible con su desarrollo.

Quiero remarcar que el modelo en competencias así como sus fundamento de soporte y operación presenta una considerable ventaja con respecto a su aplicación y operación en el plantel, aunque lo considero  entendible, por la fase inicial de aplicación y obtención de resultados.

Por otra parte considero que gran parte del abordaje hasta ahora generado y por las evidencias desarrolladas, nos lleva de manera adecuada a la construcción, desarrollo y fomento de ambientes de aprendizaje (autónomos, autogestionables y significativos), en conocimientos, habilidades y destrezas.

La interacción con los compañeros de grupo así como con los tutores a través de los foros ha repercutido en la retroalimentación de ideas, puntos de vista y propuestas de intervención significativa, que han nutrido y expandido mi percepción en lo referente al trabajo colaborativo, cooperativo, andamiaje, expresión etc.

Por último quiero resaltar que aunque todo ello nos tendría que llevar a operar en la práctica un proceso de gestión más horizontal, precisamente para que los ambientes de aprendizaje puedan ser más autónomos y libres, no encuentro como pueda llevarse a cabo con una gestión vertical con los controles administrativos que opera y que para nada son compatibles con el modelo.